Inequidad: estructura productiva, empleo e ingresos

Siguiendo la línea conceptual de justicia y equidad revisada y discutida a lo largo de este módulo, esta reseña presenta una aproximación que continua la revisión mediante una exploración que se posiciona desde la política económica, entendida como un ejercicio político, con implicaciones éticas, que debe formularse desde el análisis económico y debe juzgarse a partir de sus resultados, lo que implicaría el gran reto de formular cruces entre la política económica y la política pública. Así, la política económica, ejecutada bajo los lineamientos de un correcto ejercicio político, debería conducir al crecimiento de la producción nacional, a la estabilidad de precios, a la equidad en la distribución del ingreso y a la sostenibilidad ambiental, es decir, a una mejor calidad de vida.

En Colombia, y siguiendo a Ferrari, el nivel de desempleo es la causa fundamental de inequidad. Teniendo en cuenta la Gran encuesta integrada de hogares y la tasa a nivel nacional de población ocupada, de población desocupada y de población inactiva correspondientes al año 2019 y 2020, se resalta la situación del desempleo que aparece para el año 2020 y la variación con respecto al año anterior. En junio de 2020, la población desocupada en el país fue 4,5 millones de personas, lo que refleja un incremento de 2,2 millones de desocupados, en comparación con el mismo mes de 2019, cuando dicha población fue 2,3 millones de personas. Por rangos de edad, el incremento de la población desocupada a nivel nacional se focalizó en las personas de 25 a 54 años[1].

Con esto en mente, y pensando en inequidad, estructura productiva, empleo e ingresos, el texto propone un rastreo que da luces para comprender que se trata de una situación a la que se ha llegado mediante una estructura de producción, que define la ocupación conforme a la intensidad de capital o mano de obra de las actividades económicas dominantes, y para que de ahí se genere la equidad de la distribución de ingreso, habría que superar problemas como la concentración de la producción en estructuras monopólicas y oligopólicas, con un poder de mercado sobre otras empresas más pequeñas y sobre el consumidor, adicional al problema de desempleo, generalizado en situaciones de expansión productiva debido a una transformación tecnológica de la economía en ramas poco demandantes de mano de obra.

En el caso colombiano, las actividades económicas que se realizan por dentro de la frontera de posibilidades de producción, como los hidrocarburos, son actividades, intensivas en capital, pero poco intensivas en mano de obra, además, al ser una economía predominantemente centrada en la producción de materias primas, se genera una inequidad evidente dada por la falta de actividades que produzcan bienes y servicios para el beneficio de la sociedad y que, además, sean actividades intensivas en mano de obra. Lo que esto ocasiona es inequidad en el sentido de que muy poca gente tenga mucho ingreso, y mucha gente tenga poco.

En este sentido, el texto propone que para mejorar la productividad es preciso actuar sobre los dos factores de producción: mano de obra y capital, incrementando su calidad y cantidad, para lo cual se requiere de unas políticas y regulaciones económicas aplicadas por el Estado que contribuyan al bienestar de la sociedad y la mejor forma de garantizarlo, es que el Estado responda a los intereses de la sociedad y no a intereses particulares. Frente al concepto de bienestar, el texto propone una reflexión que lo trabaja en paralelo al concepto de desarrollo, y que se encamina a revisar cómo se está interpretando, es decir, nos propone verlo más allá de la producción de bienes y servicios, y a un mayor consumo material, para pensar sus implicaciones en un horizonte de relaciones culturales, sociales y políticas. Además, el autor advierte que el desarrollo en términos de crecimiento excesivo de la producción de bienes y servicios, motivado por un consumismo ilimitado e irreflexivo, se está realizando a costa de la sostenibilidad del planeta. 

De esta forma, valdría la pena preguntarnos ¿qué opciones aparecen en el corto, en el mediano y en el largo plazo, tanto en términos de repensar la estructura productiva del país y, por otra parte, de la coyuntura actual? es decir, se presenta un panorama bastante complejo aunado a  unos índices de desempleo y de subempleo muy altos que hacen que la vida de las personas esté continuamente en riesgo, y en este marco, ¿qué implicaría repensar las bases sobre las cuales se monta la economía del país? bases que corresponden a las de una actividad minera, poco intensiva en mano de obra y que además presenta un sesgo en contra de las mujeres y de ciertos territorios, y con la situación actual se plantea un problema aún mayor, en este sentido, ¿cómo puede actuar la población en esta coyuntura? y ¿qué opciones hay para garantizar los mínimos vitales? ¿cuáles serían los lineamientos que podrían permitir una conversión económica que apunte a una producción de mayor empleo, pero también a una disminución de la desigualdad en términos generales? y ¿qué perspectivas hay sobre la coyuntura actual, y lo que ocurre con estos índices tan grandes de subempleo?

Adicional a eso, en relación a los cruces entre la política económica y la política pública y el reto que suponen, teniendo en cuenta el reporte del Dane que muestra que la mayor reducción de la población ocupada en junio de 2020 se presentó en la rama de actividades artísticas, de entretenimiento, de recreación y otras actividades de servicios ¿qué alternativas podrían plantearse para estos sectores? y, por último, cuando gran parte de la población es rural, minifundista, organizada familiar o comunitariamente, sería necesario igualmente considerar que este segmento laboral, caracterizado por su forma independiente de trabajo y que no pertenece a ninguna nómina salarial, merece una revisión respecto a las desventajas que laboralmente afectan actualmente su calidad de vida.


[1] Dane, información para todos, Gran encuesta integrada de hogares, Junio 2020. consultada en línea, disponible en: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/CP_empleo_jun_20.pdf

Ferrari, César. Política Económica, Teoría y Práctica desde los mercados. Editorial Javeriana 2020, capítulos 1 y 14.

9 comentarios en “Inequidad: estructura productiva, empleo e ingresos”

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